¿Los perros San Bernardo llevan realmente un barril?
Si bien es cierto que los perros San Bernardo eran entrenados como animales de rescate para socorrer a personas, nunca llevaron como complemento un barril. Este mito se popularizó después de que en 1831 el pintor inglés Edwin Landseer retratara a esta raza en una obra titulada ‘Mastines alpinos reanimando a un viajero en apuros’, añadiéndole el barril de coñac en el cuello a uno de los canes.
Los monjes del convento Gran San Bernardo fueron quienes comenzaron a amaestrar a los perros para emplearlos como porteadores, aprovechando su especial resistencia al frío y su habilidad para manejarse entre grandes masas de nieve. Desde finales de la década de los 70 estos perros no han vuelto a utilizarse para tal propósito, puesto que han sido sustituidos por la agilidad de los pastores alemanes.